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El que gana, lleva mano

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Víctor Ulín/

El viernes, cuando Morena anuncie que Javier May Rodríguez ganó ampliamente la encuesta para ser coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Tabasco y sea el virtual candidato y gobernador,  finalmente los “adancistas” serán despertados por la rudeza de la realidad y tendrán que aceptar que a partir de este 10 de noviembre las relaciones de poder cambiarán radicalmente y que, por consecuencia,  las anquilosadas estructuras en sus principales instituciones del Estado, incluyendo las autónomas, empezaran a ser renovadas como ocurre cuando quienes llegan al poder impulsan sus proyectos de gobierno.

Ha sido evidente la resistencia que el «adancismo» ha dado para tratar de impedir que Javier May Rodríguez se hiciera de la Coordinación como primer paso necesario para ser el próximo gobernador, y ahora le apostará a los acuerdos políticos para intentar quedarse con candidaturas a diputados, senadurías y presidencias municipales.

Solo que como ocurrió en el 2018 cuando Adán Augusto López Hernández resultó candidato y gobernador, el que gana, y más si es por amplio margen, es el que está en mejor posición para poder negociar. Nunca el perdedor es el que pone las condiciones, y menos en política.

En los hechos, la victoria de Javier May Rodríguez y todos aquellos que representan a los fundadores y a los de la izquierda genuina en Morena, será  una derrota más del “adancismo” que llegó a sentirse en Palacio Nacional y dueños de Tabasco.

Confirmado el triunfo que todas las encuestas pronosticaron y que será ratificado este viernes, el gobernador interino, Carlos Manuel Merino Campos, tendrá que empezar a entenderse con el próximo Coordinador y su seguro sucesor.

Tabasco entrará en una transición adelantada que se antoja necesaria para que la entrega recepción de la administración estatal, en siete meses que Morena gane la gubernatura, la mayoría de alcaldías y de diputaciones,  sea sin sobresaltos y en armonía. Es lo mejor que le puede pasar a la administración saliente.

Seguir resistiéndose a lo inevitable, que Javier May sea el próximo gobernador, no debería ser la estrategia más inteligente de los adancistas, cuando la voluntad de los morenistas y tabasqueños es prácticamente imparable, como cuando le dieron el triunfo aquí a la ahora virtual candidata presidencial, Claudia Sheinbaum Pardo.

Poner el resto sobre la mesa para los acuerdos políticos y no obstinarse en obstaculizar al próximo Gobernador, sería lo más sensato para que los “adancistas” consigan posiciones que puedan defender con el capital político que les queda, y que seguramente el resultado de este viernes les confirmará.


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