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El repudio

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Víctor Ulín/

Es reduccionista sostener que el repudio contra Adán Augusto López Hernández y Carlos Manuel Merino Campos sea solo el que le manifestaron la militancia de Morena durante el evento reciente que encabezó la Coordinadora Nacional de Los Comités de la Cuarta Transformación en Tabasco, Claudia Sheimbaum Pardo, en el Centro de Convenciones.

Las rechiflas, gritos y crítica en contra de los dos amigos ex priistas es algo que se réplica también entre una buena parte de los tabasqueños que tarde se dieron cuenta que el gobierno que está a punto de acabar salió igual de “puque” -diría el presidente Andrés Manuel López Obrador- que el del ex gobernador Arturo Núñez Jiménez.

El repudio de la militancia ciertamente se circunscribe a los ceses y persecución que emprendió tanto Adán Augusto López Hernández como Carlos Manuel Merino Campos desde la gubernatura contra todos aquellos que abiertamente en la administración estatal manifestaron primero su apoyo a Claudia Sehimbaum para obtener la virtual candidatura Presidencial, y después a Javier May Rodríguez, el puntero en las preferencias para quedarse con la Coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Tabasco.

El repudio del pueblo en  contra de Adán Augusto Lopez y Carlos Manuel Merino Campos, en cambio, tiene que ver con el fallido gobierno que solo puede presumir de un paso a desnivel que resultó un Frankestein en avenida universidad que ya va en la quinta etapa, y el de Guayabal, de tan mala calidad ambos que no los acababan de inaugurar cuando ya lo estaban destruyendo de nuevo para corregir los “horrores” que están costando millones de pesos.

A la mala gestión de ambos y de sus funcionarios, habría que agregarle leyes que impusieron desde la Cámara de Diputados como la del “Garrote” que castiga la libre manifestación ciudadana, la de la “imposición” directa de los delegados por los alcaldes anulando la participación democrática, y la de “Cuates” para la asignación directa de los contratos.

No  menos importante fue la reducción de los aguinaldos a los trabajadores del Estado que de por sí ganan muy poco la mayoría y que esperaban a finales de año la legal y legítima prestación para poder comprar bienes necesarios y satisfacer las necesidades de sus familias en Navidad.

En qué mente cabe que después de esos atentados contra los morenistas y los tabasqueños en general, Adán Augusto López Hernández iba a ganar la elección interna en el país y por supuesto que en Tabasco, o que su grupo político, los adancistas, se iba quedar con el estado otros seis años más.

El cuarto lugar que logró en su búsqueda por la Coordinación Nacional de los Comités de Defensa de la Transformación y lo sucedido en el Centro de Convenciones ante la virtual candidata presidencial, resume el sentimiento generalizado de los tabasqueños en contra de Adán Augusto López Hernández y a quien dejó en su lugar para concluir su mandado. Al final de sus acciones, la soberbia y su  mal gobierno les cobró factura política y social.


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