El triunfo de Claudia y su eco en Tabasco
Víctor Ulín/
La selección del Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación de Morena dejó una lección a los especuladores y a los que usan la lógica para explicar la política: El presidente Andrés Manuel López Obrador fue muy transparente cuando públicamente manifestó su preferencia y respaldo moral por Claudia Sheimbaun Pardo.
Ni antes, ni después, el Presidente mintió o engañó. Ni lo hizo tampoco, cuando el lunes 4 de septiembre agradeció el trabajo de Javier May Rodríguez al frente de Fonatur y del Tren Maya, y le ponderó su lealtad y su aportación al movimiento democrático que a lo largo de 30 años ambos impulsaron desde Tabasco.
La intentona de Marcelo Ebrard de reventar el proceso interno para desacreditarla el inexorable triunfo de Claudia, solo lo exhibió y lo hizo ver como un mal perdedor, mucho más cuando aceptó y firmó las reglas de la contienda. Y peor cuando la empresa encuestadora que propuso mostró que había quedado en segundo lugar.
En la lógica de Marcelo Ebrard y sus seguidores, el Presidente se la debía por haber declinado a su favor en la elección del 2012. Pero el Presidente ya lo había apoyado para ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y Secretario de Relaciones Exteriores. El Presidente había saldado su deuda. Y bien.
La misma lógica de los seguidores de Marcelo Ebrard parece replicarse en quienes en Tabasco se resisten a entender lo que el Presidente les dijo en voz alta el lunes 4 de septiembre. El Presidente no engaña ni tampoco especula.
Por los hechos, vemos que el Presidente habla con la verdad cuando decide respaldar moralmente a un aspirante o candidato a un cargo de elección popular que por su parte tiene que tener su propio capital político y ganar las encuestas. Someterse a la voluntad del pueblo, en sus palabras, y en las del mismo ex titular de Fonatur.
Son los demás, los que elucubran intentando confirmar sus especulaciones o su lógica para que les cuadren sus escenarios. Pero el Presidente no responde a las lógicas de los demás, sino a la propia.
Si Marcelo Ebrard sale ahora con que siempre no le gustó el desarrollo del proceso, es porque jugó bajo su lógica y no quiso entender los mensajes más que claros del Presidente Andrés Manuel.
En Tabasco, no hay que buscar lo que ya el Presidente dejó muy claro en la mañanera del 4 de septiembre: su apoyo moral es y será para Javier May Rodríguez. Como se lo dio desde un principio a Claudia Sheimbaun, la virtual candidata presidencial de Morena para la elección del 2024, y en su momento al propio Adán Augusto López.
El ex aspirante Presidencial, Adán Augusto López Hernández, que asumió su derrota con dignidad, seguramente coordinará a los diputados, a los senadores o dirigirá el partido.
Si somos justos, el Presidente ha sido generoso con él: lo apoyó para ser gobernador de Tabasco, secretario de Gobernación y como precandidato presidencial lo encumbró a un nivel que muy difícilmente otro político tabasqueño logrará en muchos años por venir. Es su hermano, y así lo ha dicho públicamente el mandatario.
Solo que a diferencia de Marcelo Ebrard, Adán Augusto López Hernández sí entiende las señales del Presidente. Lo conoce también. Y sí le guarda agradecimiento y lealtad, sin duda. ¿O acaso creen que tomará la actitud de un Marcelo Ebrard Causabón que en un arranque por haber perdido, descarriló su carrera política en Morena y quemó todas sus naves?
