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Informe: coreografía y falso diálogo

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Artículo/ Foto: Presidencia de México/

Alexandra Pamela/

Tras la reprobable decisión de invitar a Donald Trump al país al que tanto ha demostrado aborrecer, Enrique Peña Nieto plasma en su cuarto informe de gobierno lo que todos los mexicanos hemos pensado desde que fue electo presidente: que no es nada más que un “personaje” político siendo el títere de alguien que no quiere mostrar su rostro… y digo “personaje” porque parece sacado de una mala, muy mala caricatura antigua de MTV, un personaje que no es relevante, que te hace reír con su única, inigualable y tremenda estupidez.

No pretendo abordar cada uno de los puntos que supuestamente informó el señor, el interés de este texto es exponer el punto de vista de este circo desde la visión de una comunicóloga.

Comenzaré por decir que llamó demasiado mi atención ése desesperado intento de inclusión: en la transmisión era increíblemente fácil detectar a los médicos, a los deportistas, a los estudiantes, a quienes poseen capacidades diferentes “camuflados” entre el “público en general” y es que supongo que su flamante asesor le dijo que se iba a ver de poca madre que pusiera a un joven representando a cada rubro de los que planeaba hablar, y la verdad es que no, se le olvidó decirle al “estudiante de Pediatría” que se quitara la bata para no ser más obvios de lo que ya eran, creo que esa fue la gota que derramó el vaso del circo, el vaso del mame.

Y es que no obstante optaron por un escenario arena típico de los circos romanos, en los que he de suponer él deseaba ser el guerrero con mayor astucia, y resultó ser el devorado por leones, leones con miedo de que les retiren la beca, que mañana aparezcan muertos o en el peor de los casos, que nunca aparezcan.

Desconozco cómo fue la selección del público  que fue “Honrado” con su presencia (la mayoría de los asistentes repetía la palabra uno tras otro) pero había demasiado descontento en esos rostros, aplausos obligados cada vez que Peña terminaba de hablar, y aunque el último participante de este debate intentó plantear y dejar claro este mismo descontento, temblaba y tartamudeaba (ve tú a saber porqué) no pudo amarrar sus ideas y al igual que Enrique divagó y ni él terminó entendiendo cuál era su pregunta, ni Peña nieto qué debía contestarle puesto que eso no estaba en el libreto.

Por demás está comentar que pareciera; no fue por amor a primera vista que se dio el matrimonio de los Peña-Rivera, algo de actuación le tuvo que enseñar nuestra «Gaviota» primera dama tras compartir estos años con Enrique; y si todos notamos que el señor Presidente ha estado ensayando por horas y horas las respuestas que daría en su informe. Aunque ciertamente hubo algo de improvisación, una temerosa, repetida y tambaleante improvisación, no hay tanto mérito para él en el ámbito actoral.

El slogan de la campaña del informe fue “las buenas cosas no se cuentan, pero cuentan mucho” y como en las telenovelas suele suceder que dentro de algún capítulo, el protagonista dice el título de la novela, él se dio el lujo de hacer lo mismo. Todo un Cliché.

Para rematar, su discurso parecía haber sido escrito por el mismísimo Cantinflas para alguna de sus películas, ¿qué tenía que decir sobre los energéticos si le habían preguntado sobre el deporte? Nunca supimos, lo que sabemos ahora, es que el dinero de nuestros impuestos, ahora están pagando unas clases de actuación.

Esperemos que sean deducibles.


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