Campaña de ficción
Víctor Ulín /
Es un día cualquiera del proceso electoral. En un lugar de alguna parte, Lorena Beaurregard de los Santos disfruta de un buen café y su pancito. Tres horas después continúa en el mismo lugar, se levanta, paga la cuenta y sale a la plaza del municipio a grabar su video.
Hace mucho calor y el video que grabará será muy breve. Tiempo después, será compartido en sus redes sociales en un “día más de campaña” de la candidata al gobierno de Tabasco del PRI y PAN.
Su estrategia es aparecer en alguna calle, alguna plaza, con algún ciudadano y grabar su video para volver a Villahermosa, si es que ese día salió a uno de los pocos municipios que ha visitado, por lo menos a su cabecera municipal, como parte de su campaña política de ficción.
Muy remota está la priista de caminar casa por casa de alguna de las colonias populares de por lo menos uno de los 17 municipios o si quiera juntar un puñado de seguidores para aparentar que anda a ras de suelo, sudando el voto.
De los aspirantes de la oposición, es la única que ha dado vuelta en el mismo lugar sin realmente recorrer las colonias, rancherías o villas de los 17 municipios. Se entiende que no tenga los recursos que sus adversarios, pero no que simule que le dado ha dado una o dos vueltas al municipio en su campaña visitando en sus hogares a los tabasqueños, a los que ni siendo secretaria técnica del ex Gobernador Andrés Granier atendió para escuchar sus demandas.
La realidad del espejismo de su campaña es, pues, el reflejo de sus posibilidades en la búsqueda de ser gobernadora de Tabasco.
Que hoy la única encuestadora que la ubique en segundo lugar sea la panista Massive Caller, no es más que parte también de su estrategia alentada desde los cuartos de guerra por los asesores del PAN y del PRI para tratar de sembrar la idea de que va creciendo en la intención del voto, en un caso similar con el de su candidata presidencial Xóchitl Gálvez que recién, por cierto, aceptó que Claudia Sheinbaum Pardo la supera por más de diez puntos en las preferencias, aunque en los hechos sea más la ventaja.
En Tabasco, la candidata de los videos- que por supuesto no es ningún delito que lo sea- intenta sumarle algunos votos al PRI y al PAN para que, por lo menos, tengan su registro y sigan cobrando sus prerrogativas, sin desaparecer de la faz tabasqueña.
Lo deseable, sin embargo, es que Lorena Beaurregard intente estrechar la mano de algunos tabasqueños para que le escuchen sus propuestas, si es que tiene. Más contacto con la gente y menos cafés y pancitos. Quizá entonces la encuesta ciudadana que cuenta la ubique en la tercera posición y la sitúe en su realidad.
