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Tey debe renunciar

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Sin Remitente

Víctor Ulín/

Después del lunes 30 de octubre, Tey Mollinedo, la dirigente estatal de Morena que fue incapaz de mantener su neutralidad por su respaldo total a Adán Augusto López Hernández, y que sistemáticamente obstaculizó a la ahora Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheimbaum Pardo, y que hizo lo mismo con Javier May Rodríguez, debería renunciar, y no esperar a que sea desplazada por un delegado o le soliciten su dimisión.

La ex priísta  y ex alcaldesa de Teapa (es el único cargo que había tenido antes de ser impuesta en la dirigencia estatal de Morena por el grupo “adancista”) tendría que irse olvidando de la senaduría en la que ya se veía y para la que no tiene ni el mínimo merecimiento ni mucho menos trayectoria o capital político. Tampoco le alcanza para una diputación federal y solo quizá para una local o una regiduría, si es que gana la encuesta interna.

Antes que Tey Mollinedo, para ser candidato a senador o diputado federal o local, en Morena hay una decena de militantes fundadores a los que les costó construir el partido desde los cimientos y que paradójicamente estaban siendo desplazados por quienes, incluyéndola, apenas el sexenio pasado militaban en el PRI y se desgarraban las vestiduras por defender a su presidente  Enrique Peña Nieto.

En los hechos, la todavía dirigente nunca fue capaz de asumir el liderazgo que el cargo demandaba y que ejerció de facto  Raúl Ojeda Zubieta que igual usufructuó la presidencia del Consejo Político Estatal en su intención de ser candidato al gobierno por cuarta vez.

También deberían renunciar  el resto de los integrantes del Comité Directivo Estatal, entre ellos la célebre Nidia Naranjo Cobián, la secretaria de Organización que hablaba de chantajear a la virtual abanderada presidencial cuando ganó el proceso interno, y que se frotaba las manos para imponer como candidato a su delfín Óscar Ramo en Cunduacán, y pensando en que ella llegaría al Congreso del Estado.

Después del lunes, en una lógica política, tienen que venir cambios en cascada no solo en la dirigencia  de Morena, sino de otros espacios que permitan al próximo Coordinador Estatal de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación trabajar con militantes genuinos, comprometidos con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador y de su próxima sucesora, Claudia Sheimbaum Pardo.

Como otros, todavía la ex priísta Tey Mollinedo tiene la oportunidad de salir por la puerta de adelante si asume con dignidad que ya no tiene nada que hacer al frente de un partido que la rebasó, que no supo o no quiso dirigir, porque  nunca entendió su rol durante el proceso interno para seleccionar al Coordinador Nacional y al Estatal de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.


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