Nuevo liderazgo en el Congreso
Víctor Ulín /
El anuncio primero del nuevo gabinete y ahora la llegada consensuada por sus pares diputados de Jorge Bracamontes como el próximo presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado confirma que por fin terminó el dominio del “Adancismo” y que serán los fundadores de Morena y los integrantes de la corriente Maycista los que asumirán la responsabilidad de la próxima administración y de los poderes del Estado.
El nombramiento de Jorge Bracamontes como líder del Poder Legislativo que en cualquier momento se hará oficial, dejó en el camino al “Adancista” Enrique Iñíquez Rosique que formó parte del peor gobierno que ha tenido Tabasco, como coordinador de la gubernatura y la secretaría de Administración e Innovación Gubernamental.
Por supuesto que aun cuando el “Adancista” Enrique Iñíquez y otros dos de su grupo no asistieron al encuentro de los diputados electos de Morena que le refrendaron su apoyo, Jorge Bracamontes tiene la confianza de la mayoría de su bancada para liderar el Congreso no solo por su experiencia -será legislador por segunda ocasión-, sino porque sabrá tener una relación sana, de confianza y colaboración permanente con el gobernador electo de Tabasco, Javier May Rodríguez.
Sus primeros acercamientos con el que se perfila para ser el próximo líder de la bancada del PVEM Tabasco, Miguel Moheno, reflejan el nuevo estilo que Bracamontes impondrá para llevar una buena relación con la oposición que por supuesto cuentan.
Si el sello de los funcionarios del “Adancismo” en el gobierno y el Congreso fue la soberbia y arrogancia, Jorge Bracamontes deberá darle un giro distinto para que su gestión sea, en efecto, de cercanía con la población y la sede del Poder Legislativo una verdadera casa abierta al pueblo, al que por cierto ya no se le permitía el acceso como antes si no mostraban hasta el acta de nacimiento.
Es vox populix que el puñado de diputados “Adancistas”– que ya se veían en Palacio Nacional -simulan aceptar su nueva condición marginal de minoría y de ostentar el poder que cuando lo tuvieron y ejercieron no fue precisamente a favor de los tabasqueños, no cesarán en su empeño por hacer trastabillar al próximo líder del Congreso y al Gobernador electo de Tabasco que los conocen, sin embargo, de sobra.
Lo que es una realidad es que la sustitución del “Adancismo” por el Maycismo y los auténtico fundadores de Morena tanto en el gobierno como en el resto de los poderes del Estado recupera la esperanza de que por fin la Cuarta Transformación llegue a Tabasco después del fallido gobierno de Adán Augusto López Hernández y su amigo Carlos Manuel Merino.
