¿Se va Dagoberto del PRI Tabasco?

Víctor Ulín/

No sería una sorpresa que mañana el todavía dirigente del PRI de Tabasco, Dagoberto Lara Sedas, sea destituido por la dirigencia nacional. Es una realidad que tiene a su partido empantanado, pasivo y sin  rumbo a dos meses de las elecciones, y como ejemplo  está el hecho de que no ha podido resolver las candidaturas al gobierno, a las alcaldías, diputaciones federales y locales, y menos al Senado.

Para sustituirlo, están ya sobre la mesa los nombres de la diputada Soraya Pérez Munguía, Erubiel Alonso Que e incluso el delegado nacional del PRI, Alonso Pacheco. Cualquiera de los tres, u otro, ciertamente sería mejor que el actual dirigente que solo genera rechazo y repudio de la militancia.

Lo lamentable del fracaso del todavía dirigente del PRI  Tabasco es que  le ha entregado el partido al ex Gobernador Andrés Granier Melo y a su hijo Fabián, hoy diputado, para que entre ellos se repartan las candidaturas plurinominales locales y Federales, y por lo mismo no le ha interesado trabajar ni con las dirigencias ni con la militancia en los 17 municipios  para fortalecer las estructuras del partido y prepararlo para la próxima elección del 2 junio en la que podrían perder el registro.

A lo largo de los cuatro años que Dagoberto Lara Sedas ha estado al frente de su partido, ha sido evidente su condescendencia con el gobierno estatal y federal, y su falta de crítica o de posicionamientos firmes ante problemas que aquejan a los tabasqueños.

Sus prolongadas ausencias en el partido y de los medios de comunicación le permitían desentenderse de los acontecimientos políticos locales. Solo cuando se veía comprometido por los reporteros es que hacía como que criticaba al gobierno, pero siempre muy general, sin señalar.

Es un secreto a voces que sus actividades empresariales lo mantienen en mucho comprometido para asumir una dirigencia de respeto y crítica contra el gobierno en turno, y prácticamente se ha dedicado a administrar las prerrogativas que recibe el partido y a resolver sus asuntos.

Su eventual salida, provocaría que vuelvan cientos, si no es que miles de priístas que se han distanciado del partido por su culpa o como consecuencia de la marginación que ha venido promoviendo contra aquellos que muestran liderazgo y trabajo, o que no responden a sus intereses de grupo.

Para como están las cosas, una eventual salida de Dagoberto Lara Sedas sería oportuno, necesario, para darle orden, liderazgo y rumbo al PRI Tabasco, y recuperar algo de su grandeza, empezando por mantener el registro que hoy peligra.