Tey Mollinedo, ¿a la altura?
Víctor Ulín/
Si ya los aspirantes a la presidencia del país de Morena conciliaron y se tomaron la foto en la espera de la encuesta que realizará su partido para seleccionar al candidato, en Tabasco tendrían que hacer lo propio los que buscan la gubernatura de Tabasco en el 2024.
Aunque en Tabasco se da por hecho que Morena y el candidato que elijan ganará la elección, la dirigencia estatal que preside Tey Mollinedo y los grupos que dominan y disputan la gubernatura no deberían subestimar la necesidad de que la unidad se vuelve importante cuando se trata de sumar los votos suficientes para ganar también la contienda presidencial y dar un manotazo de auténtica autoridad en Tabasco.
Pero para que eso ocurra, la dirigente estatal de Morena, Tey Mollinedo, tendrá que hacer más para conciliar los intereses de los grupos que encabezan Javier May Rodríguez y Adán Augusto López Hernández, y asumir un liderazgo neutral que no ha podido por ser vinculada, y con razón, con uno de los bandos.
La ausencia de un liderazgo como el de Mario Delgado en la dirigencia nacional, capaz de sentarse con los cuatro aspirantes presidenciales y sus integrantes, más allá de su afinidad con Marcelo Ebrard, es la que en Tabasco ha estado ausente y la teapaneca Tey Mollinedo no ha logrado que suceda lo mismo con todos los que aspiran a la gubernatura, en especial con Javier May Rodríguez.
Desde que asumió la dirigencia estatal de Morena, por ejemplo, Tey Mollinedo no ha logrado sentarse con el titular de Fonatur, y tampoco ha hecho algo para conseguirlo, olvidando que su papel trasciende su afinidad con uno de los grupos del partido.
La presencia de Raúl Ojeda como presidente del Consejo Político Estatal de Morena, tampoco le ha sido de mucha ayuda a una Tey Mollinedo que no ha encontrado la estrategia para erigirse ni en la dirigente estatal que se espera ni mucho menos en el principal árbitro de la contienda interna en ciernes, con la autoridad moral y política para que sea respetada y atendida.
Aunque la asistencia de los fundadores de Morena, entre ellos de José Ramiro López Obrador como una avanzada del grupo que lidera Javier May Rodríguez, a la pasada sesión del Consejo Político Estatal fue importante, no fue ni será suficiente para limar las asperezas que continúan intactas ni para reconocer a su dirigente.
Es el camino a la selección de los candidatos a los cargos de elección popular lo más difícil que tiene que sortear la dirigencia estatal que hasta este momento realmente ha hecho muy poco para acercar y acercarse a los grupos, en particular a los fundadores que no la reconocen realmente como un interlocutor capaz y confiable. Y por eso ese vacío y falta de un liderazgo que una y no divida o aliente el distanciamiento entre los morenistas.