Ya casi la libramos
Víctor Ulín/
Es mucho mejor platicar que llovió fuerte mientras tomamos un café en casa y que algunas calles o avenidas se anegaron, que tener que tomar una maleta para ir a un albergue o a cualquier otro destino.
Al gobierno estatal que encabeza Javier May Rodríguez y al de Centro que preside Yolanda Osuna Huerta no le podemos reprochar nada. Ambos tomaron previsiones antes y después de las lluvias para afrontar el mal tiempo, proteger a la población y ayudar a los que resulten afectados.
El saldo de las últimas lluvias no se compara con las que hemos tenido en otros años cuando nos hemos inundado de verdad.
En el 2007 una lluvia como la del sábado fue el prólogo de la inundación del 27 de octubre y la historia ya la conocemos todos.
Después de unas horas posterior a las lluvias, el agua que el sábado 26 de octubre anegó algunas calles y avenidas fue rápidamente succionada por el drenaje que tuvo que ser limpiado otra vez porque la basura que tiramos taponeó las alcantarillas.
Tanto el gobernador como la alcaldesa de Centro estuvieron y están con sus equipos y en coordinación, atentos al desarrollo de las precipitaciones y comportamiento de los ríos y preparado ante cualquier contingencia.
En términos materiales, el saldo fue blanco y sin pérdidas de vidas que es lo más importante. Hoy, de hecho, en los municipios de Tacotalpa, Teapa y Jalapa, los más impactados por las precipitaciones y los ríos, se reinician las actividades escolares.
Este lunes los 17 municipios del Estado vuelven a la normalidad, pero atentos sus autoridades a lo que nos depare el mes de noviembre que es como el cierre del desafío que los tabasqueños vivimos todos los años por las lluvias.
Claro que no podemos todavía cantar victoria, pero tenemos que reconocer que Tabasco sigue en pie y su capital sigue su marcha con normalidad. Que sea así, tampoco es obra de la casualidad, sino de la previsión y prevención tomada.