6 años de otro gobierno fallido
Víctor Ulín/
Si quitamos el bodrio que resultó el “distribuidor vial” de Universidad y Guayabal, no hay nada más que distinga al fallido gobierno de Adán Augusto López Hernández durante estos seis años, ya tomando por adelantado el 2024 en el que será el año de “Hidalgo”.
El que ayer leyó el informe de gobierno en el Congreso del Estado, Carlos Manuel Merino Campos, solo fue eso: una muy mala representación de quién continuó ejerciendo el poder desde la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Es cierto que a Carlos Manuel Merino Campos no le importa –“yo ni periódicos leo”, admitió- que los tabasqueños en un meme hayan sintetizado su paso por la administración estatal: sentado limándose las uñas mientras el Estado continuaba a la deriva, sin Capitán, ni que le digan que es el chalán o el que les asaba las carnes al otrora aspirante presidencial que acabó en cuarto lugar de las preferencias.
Y no es casual que Carlos Merino Campos tomara esa actitud de indiferencia o incompetencia al frente de la Administración Estatal y se preocupara más por ir a comer sus tacos puntualmente, cuando no ha sudado ni una sola gota para ser senador y luego Gobernador Interino, pues ambos cargos se los ha regalado, sí, adivinó usted: Adán Augusto López Hernández, como pago a su lealtad, pero, como ya adelantó el colega René Alberto López, que no le sorprenda que acabe como chivo expiatorio.
Lo único bueno ahora es que, ciertamente, estamos viendo el acabose de los gobiernos priistas que nunca se fueron con Arturo Núñez Jiménez ni Adán Augusto López Hernández, ante el inminente arribo del primer gobierno genuinamente de Izquierda y de Morena que encabezará a partir del 2024 Javier May Rodríguez.
Ahora sí seremos testigos de cómo gobernará el primer mandatario de izquierda, que ya en su paso en la alcaldía de Comalcalco dejó ver su estilo de compromiso social y humanista.
Hay una fundada esperanza de que el próximo gobierno de izquierda sea diametralmente diferente al que encabezaron los últimos dos priístas que para alivio de los tabasqueños, de facto ya se van.