# Columna “Mano dura” contra tabasqueños para frenar Covid19
Víctor Ulín/Sin Remitente/
Es evidente que una gran mayoría de los tabasqueños que nada tiene que hacer en los lugares públicos o en hogares ajenos, no hace caso de la necesidad de quedarse en casa o de protegerse (mantener la sana distancia, usar cubrebocas y lavarse las manos) cuando sale al super mercado o al banco.
La voluntad del gobierno federal y estatal para que las personas se mantengan en sus casas o que tomen las medidas preventivas necesarias no ha sido suficiente.
El aislamiento social voluntario en Tabasco simplemente no está funcionando porque la población (80 por ciento según el último análisis de Google) continúa realizando sus actividades de manera ordinaria y tampoco respeta las recomendaciones para evitar que pueda contagiarse en cualquier lugar y a cualquier hora, y atentar contra sus propios familiares y el resto de la gente.
Tan solo ayer, se sumaron 57 casos más confirmados para un toral de 335 y diez decesos, para ubicarnos entre los primeros lugares de estados con mayor incidencia.
Ante la indiferencia o inconciencia de la mayoría de los tabasqueños, es imperativo, urgente, que se pase de las decisiones voluntarias a las obligatorias del aislamiento social y del uso de cubrebocas so pena de sancionar económica o penalmente a quien desacate.
Al mismo tiempo, intensificar la supervisión para que negocios no esenciales, como agencias automotrices, no sigan ofreciendo sus servicios y exponiendo al personal, y que los restaurantes como Toks dejen de vender alimentos en sus locales, cómo ocurre.
No hay otra manera de que la població entienda de las implicaciones que para el sistema hospitalario y la economía del país y del estado tiene el hecho de que aumenten los casos de contagiados, y que, por tanto, se prolongue el aislamiento social.
Seguir aplazando medidas drásticas como las que ya tomaron otros estados (ayer Jalisco decretó el aislamiento social obligatorio; en Mérida únicamente puede salir una persona al super) solo llevará a que sigan aumentando los casos y se colapsen los hospitales.
De otra manera, no solo habrá más muertes de personas, sino también pasará más tiempo (más allá del 30 de mayo) para que Tabasco regrese a sus actividades de manera paulatina.
Sería una desgracia que Tabasco, y en lo particular Centro, se convierta pronto en el epicentro del sureste y seamos, como Guayaquil, Ecuador, noticia mundial por sus incontables muertos.