Se juegan su sobrevivencia
Carta Abierta/
Jorge Núñez/
Los perredistas tabasqueños afrontan el mayor reto en su joven etapa como Gobierno en Tabasco.
De la forma en cómo logren resolverlo dependerá la sobrevivencia política de personajes antagónicos como Agustín Silva, Juan Manuel Fócil, José Antonio de la Vega o María Estela de la Fuente.
El dirigente estatal del PRD, Darvin González Ballina, debe ser capaz de comunicarles a todas las tribus sobre los peligros que les representa una posible victoria de la oposición.
A los perredistas les resulta imprescindible saber que una derrota electoral será, muy probablemente, su desaparición política en Tabasco.
Entonces tendrán que esperar otros treinta años para volver a ser Gobierno. Un Gobierno donde llevan, apenas, cinco años y medio.
La falta de altura de miras de algunos personajes perredistas, como María Estela de la Fuente Dagdug, regateándole el respaldo al candidato a gobernador Gerardo Gaudiano, es una clara señal de la falta de inteligencia política.
Pero, sobre todo, ponen en riesgo el futuro político de muchos de quienes ahora gobiernan la entidad desde diferentes cargos públicos.
Porque es muy posible que un gobernante emanado de la oposición inicie una purga con el saldo de muchas víctimas políticas. Una purga, por cierto, que nadie le podrá reprochar.
Hay una sola ruta que los perredistas deben tomar para evitar su extinción política: cerrar filas y dar claras señales de apoyo a Gerardo.
Tratarlo como lo que realmente es: un candidato a la altura de las circunstancias, y su única vía para mantenerse en el Gobierno.
Porque, además, hay otro argumento que algunos pasan, mañosamente, por inadvertido: Gaudiano ha sido institucional al partido.
Al lado de Andrés Manuel López Obrador, GG comenzó repartiendo volantes en las calles y haciendo trabajos en las organizaciones juveniles del Sol Azteca. Siempre ha sido un cuadro leal al PRD.
Si los dirigentes perredistas todavía no tienen claro lo que implica una victoria electoral de la oposición, están perdidos.
El PRD no puede caer en la trampa de quienes buscan regatearle, de muy diversas formas, el apoyo al candidato al Gobierno.
Una salida lógica para Darvin González Ballina es hacer una alianza con la militancia perredista, con la base, que es donde Gerardo tiene el apoyo real de la estructura partidista.
Las estructuras amplias del PRD, distribuidas por todo el estado, bien aceitadas, con mucho militante, le da amplias ventajas sobre sus competidores.
La maquinaria perredista, respaldada en el voto indeciso o ciudadano, está destinada a darle un importantísimo número de votos. Aquí está la clave de la victoria del PRD.
Ha llegado, pues, la hora de que Darvin llame a todos a “no hacerse bolas”.
En cualquier caso, el PRD se juega en gran medida la supervivencia del partido… y de esos personajes perredistas que lucen engolosinados con las mieles de un poder que les podría ser casi efímero.