Xóchitl, visita patética
Víctor Ulín/
Durante su visita a Tabasco, Xochitl Gálvez vendrá a testiguar la decadencia de su partido, el PAN, y de su aliado el PRI, incapaces sus dirigentes estatales de ponerse de acuerdo para elegir a un candidato al gobierno a dos meses de que inicien las elecciones locales, y de organizarle un encuentro digno con la militancia y presuntos simpatizantes.
Antes de su derrota del 2 de junio, la precandidata Presidencial debería saber que la apuesta no es si el PRI o el PAN en Tabasco ganarán algo, sino cuál de los dos quedará en último lugar o desaparecerá finalmente para ser superados y sustituidos por Movimiento Ciudadano (MC) que con Gerardo Gaudiano Rovirosa y Hernán Pérez Soto ha venido creciendo y no sería una sorpresa que supere al PRD que es aún la segunda fuerza aquí.
Es probable que quizá ya la candidata presidencial haya sido advertida del patetismo que provocan el PRI y el PAN en Tabasco, y su visita sea solo para venir a provocar desde la tierra del presidente Andrés Manuel López Obrador, porque las encuestas la siguen poniendo en la lona de las preferencias que mantiene muy arriba la precandidata de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum, que por cierto cerrará mañana su precampaña en el Monumento a la Revolución de la Ciudad de México ante miles de militantes y simpatizantes a su causa.
Lo que sí deberá hacer la foxista Xochitl Gálvez desde Tabasco para todo el país, es aclarar el “pacto mafioso que el PAN y PRI” signaron en Coahuila para repartirse posiciones como condicionamiento al mutuo apoyo, y del que estuvo enterada y fue beneficiada con su candidatura, como exigió en la víspera de su visita Fernando Vázquez, vocero de Javier May Rodríguez, precandidato único al Gobierno.
Por lo demás, hoy veremos a una precandidata Presidencial panista que no hace ninguna diferencia con su discurso lleno de lugares comunes y que representa lo que ya los mexicanos probaron – y reprobaron- con el fracaso del foxismo y calderonismo que tuvieron la oportunidad de hacer un cambio verdadero, de fondo, pero que navegaron con la bandera del neoliberalismo y que tanto daño le causaron al país.
No a la guerra sucia
No debe pasar inadvertida la denuncia que hace pocos días realizó la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, en el sentido de que ha sido objeto de una guerra sucia en redes sociales y, por tanto, víctima de violencia de género a causa de sus legitimas aspiraciones políticas.
En momentos como el actual en que las mujeres son protagonista en reconocimiento a sus aportaciones, no debería haber tolerancia a los actos misóginos y menos a su impunidad.
A los ataques a su persona, se sumó también la denuncia de la alcaldesa, a través de su cuenta en X, que algunas personas malintencionadas estaban usando su nombre para hacer llamadas telefónicas para extorsionar y sembrar miedo entre la población.
“Me deslindo totalmente de estas conductas amparadas en el anonimato que solo buscan intimidar o alterar la paz social. No se dejen sorprender. Es importante su denuncia en los números 911 o al 089 (Denuncia anónima)”, sostuvo en su queja.
Como ha quedado demostrado, la Alcaldesa ha sido respetuosa de los derechos e integridad de todas las personas, y no hay razón para que sea objeto de ataques personales o guerras sucias que, sin embargo, no empañan su desempeño y resultados obtenidos en el gobierno de Centro.