Gobernador mitómano
Kristian Cerino/Águila o Sol/
Carlos Manuel Merino Campos es un gobernador lacónico y yo diría que mitómano. Utilizó quince segundos para fijar su postura —derivado de la presión reporteril— y seis párrafos empotrados en un comunicado para responder a ciudadanos y políticos opositores sobre el alza en recibos de energía eléctrica, y rechazar —aunque nadie crea— que sí pagó el subsidio estatal y que contamos con la tarifa más baja del país, la 1F.
A fines de noviembre de 2023, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) envió recibos de cobro a miles de domicilios, pero los usuarios comenzaron a reportar un incremento considerable por consumo de energía eléctrica correspondiente al último bimestre.
La queja ciudadana creció el primer día de diciembre en el marco del vencimiento de estos recibos y ante cada corte de energía que iniciaron trabajadores de la CFE. En redes como en medios de comunicación ha crecido este repudio frente al incremento y percepción de que no se reflejó el subsidio estatal a través del convenio vigente con la empresa que suministra dicha energía.
A este escenario se han subido políticos del bloque opositor: Lorena Beaurregard y Juan Manuel Fócil Pérez, precandidatos del PAN y PRD al gobierno de Tabasco.
La primera convocó a no pagar el costo alto del último bimestre, y solo a pagar siempre que la tarifa «sea justa». Para ella, una política que ha dado seguimiento al tema eléctrico en la última década (fue negociadora en la administración de Andrés Granier), el gobierno de Merino Campos no pagó completo el subsidio estatal para este periodo invernal, por lo que el aumento alcanzó un 400%.
A su vez, Fócil Pérez, senador por Tabasco, condenó que el programa «Adiós a tu deuda» se traduzca hoy por hoy como «Adiós a tu salario», dado lo inalcanzable que resulta pagar el recibo de energía, estimando que los recibos superaron un incremento del 300%.
De hecho, han pesado más estas posturas políticas y necesarias, que el discurso lacónico del mandatario. Sin duda, el tema eléctrico será una bandera electoral.
Es lamentable que el gobernador no muestre la evidencia de que sí realizó el pago del subsidio estatal, como lamentable resulta que les pida a los ciudadanos acudir a las oficinas de la CFE y de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) a presentar sus quejas ante estos incrementos, o solicitar asesoría en la Secretaría para el Desarrollo Energético (SEDENER). Y lo más condenable: que culpe a los tabasqueños de no cuidar el consumo.
Estamos, desde hace años, en la misma espiral: el eterno problema de no poder contar con una tarifa justa y preferencial; la maldición de padecer inundaciones por el manejo del agua y de los abusos constantes.
Lo que sí es un hecho es que este gobierno está enfrentando problemas de liquidez, y es raro pues se cuenta con todo el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador. Solo por medio de artículos periodísticos ha sido posible que la administración estatal muestre la cara y se comprometa a atender situaciones de pagos, sobre todo, los de fin de año. Esto sin contar las obras inconclusas que no llegaron a buen puerto en 2023, como el puente peatonal en avenida Universidad y esa obra interminable entre Universidad y Ruiz Cortines.
Este y otros asuntos podrían tener intereses políticos: heredarle un gobierno quebrado, sumergido en deudas y más problemas, al próximo gobernador, y que según las encuestas y sus tendencias, sería Javier May Rodríguez.
El grupo que encabeza Adán Augusto López Hernández y sus amigos, fueron reprobados en la pasada encuesta estatal y prueba de ello fue el distanciamiento con el pueblo y las obras inconclusas, razón de sobra para que May esté atento al panorama que se avecina.
@Librodemar