Adán o Claudia o Claudia o Adán
Víctor Ulín/
El candidato presidencial de Morena que será anunciado y electo en diez días (6 de septiembre) saldrá de entre Claudia Sheimbaun y Adán Augusto López Hernández. Ambos le garantizan al Presidente lealtad y continuidad, pero solo uno contará con su aprobación y respaldo moral.
Con las encuestas sobre la mesa y viendo que cualquiera de los dos le ganaría a la candidata del Frente Amplio Democrático, el Presidente decidirá si desea que su sucesor sea su hija política o su hermano, de su misma tierra y agua.
La decisión del mandatario será sobre la base de los datos duros (resultados de las encuestas), de su pragmatismo y de los afectos.
Si antes de iniciado el proceso interno todo parecía claro para Claudia Sheimbaun, al grado de que se le consideraba la favorita, ahora las cosas han cambiado y no hay certeza de quién de los dos vaya a ser, por lo menos para los espectadores.
El proceso interno que acabó este domingo 27 de septiembre y que dio inicio a la veda este 28 y a la aplicación de las encuestas, le permitió al Presidente observar y calar a los aspirantes a la coordinación de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación o, lo que es lo mismo, al que será su candidato a sucederlo.
Ambos, Claudia y Adán mostraron en este proceso interno sus fortalezas y debilidades políticas y personales que fueron producto de comportamientos que se viralizaron y que de una u otra manera incidieron en el ánimo de los morenistas, ciudadanos y el Presidente.
Pulsor de los acontecimientos del proceso interno de Morena y de los aspirantes, así como de la estrategia de sus adversarios, es seguro que el Presidente ya sabe hacia donde orientará su decisión y solo esperará el resultado de las encuestas para confirmarlo y legitimarlo ante los morenistas y los votantes.
Si la elegida resulta Claudia Sheimbaun, no habría la menor duda de que Adán Augusto López Hernández aceptaría la decisión de su hermano y que se sumaría al proyecto que por supuesto coordinará el Presidente desde Palacio Nacional. Pero si el ungido es Adán Augusto López Hernández, se esperaría que Claudia Sehimbaun tomara la misma actitud y aceptara la decisión.
Y no podría ser de otra manera, dando por hecho el daño que pueda causar Marcelo Ebrard Causabón por no salir electo candidato. En los hechos, es una antítesis de todo lo que el presidente no quiere: un neoliberal que juega a ser de izquierda y a simular una lealtad que no tiene.
Claudia y Adán, en cambio, serían los más indicados para el Presidente que desea continuar y consolidar la Cuarta Transformación desde Palacio Nacional un sexenio más, por lo pronto.