Limpiar de nuñismo al Sistema Estatal Anticorrupción
Víctor Ulín/ Sin Remitente/
En momentos en que el gobierno requiere acreditar con hechos el combate frontal a la impunidad, el Sistema Estatal Anticorrupción de Tabasco demanda integrantes incuestionables moral y profesionalmente, y, por tanto, una renovación total de sus actuales miembros.
La revelación de Tabasco Hoy hace algunas semanas de los insultantes salarios y la posterior renuncia del Secretario Técnico de la Secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción, Víctor López Aguilera, solo exhibió la complicidad que mantuvieron, con su silencio, con el gobierno de Arturo Núñez Jiménez y funcionarios que saquearon con más de 3 mil 500 millones de pesos el Estado.
El gobierno estatal y por tanto los diputados que el viernes recibirán la terna, deben cerrar fila para impedir que la nuñista Elidé Moreno Cáliz, ahora encargada de despacho y antes titular de la Unidad de Riesgos y Política Pública, sea elegida como Secretaria Técnica de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Estatal Anticorrupción.
Los actuales integrantes en el Sistema Estatal Anticorrupción y en el Consejo Ciudadano no pueden ser garantía, -mucho menos con Elidé Moreno Cáliz, todos elegidos por el gobierno de Arturo Núñez y su entonces mayoría perredista-, de combatir la corrupción, como evidenciaron durante la pasada administración.
Los diputados que deberán elegir entre la terna, no pueden darse el lujo de darle continuidad a la impunidad y a la complicidad si apuestan por la continuidad nuñista si se decantan por Elidé Moreno, candidata de Rosendo Gómez Piedra, actual Magistrado Presidente del Tribunal de Conciliación y Arbitraje (TCyA).
En la lista de aspirantes, hay otros nombres ( Orlando Zepeda, Elvis Segura
Beatriz Lopez, Pedro Ruiz y Sara Baeza) que contrario al chambismo de Elidé Moreno que ha ocupado diversos puestos en la administración pública y órganos autónomos en los gobiernos de Andrés Granier Melo y Arturo Núñez, -los dos gobernadores más peores y corruptos que ha parido Tabasco-, darían al Sistema Estatal Anticorrupción algo que perdió desde su creación y con sus actuales integrantes: credibilidad y confianza ciudadana.