Gustavo de la Torre, el nuevo dirigente del PRI
Sin Remitente/
Víctor Ulín/
El 23 de abril, los consejeros políticos, por mayoría, elegirán a Gustavo de la Torre Zurita como dirigente sustituto del PRI.
La convocatoria y el registro de los aspirantes es solo un trámite para cuidar las formas de la imposición.
El dicho del delegado nacional, Jorge Salón Azar, de que «no hay dados cargados» ni «línea» es solo una broma pesada que confirma justamente lo contrario: que el nuevo dirigente será impuesto.
Es evidente que la dirigencia nacional le va acomodando las piezas a la diputada federal Gina Trujillo Zentella para que sea la próxima candidata del PRI al gobierno de Tabasco, sin considerar el potencial político y social de las aspirantes Ady García López y Candita Gil Jiménez que por supuesto deben ser tomadas en cuenta en el momento de las definiciones políticas.
Los priistas saben que Gustavo de la Torre Zurita es un amigo incondicional de Gina Trujillo y ambos lo reconocen.
En su lógica, Gina Trujillo necesita que el dirigente del PRI sea de toda su confianza y responda a sus intereses para trabajar sin problemas su proyecto político de buscar la gubenatura.
De hoy al 23 de abril, el mayor reto de Gina Trujillo será conciliar y negociar con los liderazgos de los grupos del PRI – granieristas, andradistas, madracistas- y con las aspirantes al gobierno para que la apoyen desde ahora en su pretensión de ser candidata al gobierno, empezando por aceptar a Gustavo de la Torre Zurita y lo que vendrá después: la colocación de su gente en sectores y organizaciones que le garanticen obediencia y trabajo político-electoral.
Después de su fallida negociación con Jesús Alí de la Torre, la diputada tendrá que ser más cuidadosa para evitar un rompimiento con alguno de los grupos o aspirantes so pena de hundir más al PRI, y estar más accesible y dispuesta a ceder posiciones a cambio de apoyo político y electoral.
Esa será la primera prueba de Gina Trujillo como virtual candidata. Pero no la tiene nada fácil ni dentro de su partido, mucho menos como la eventual candidata del PRI al gobierno en una contienda en la que, siendo realistas, solo se ve a dos protagonistas: el PRD y Morena.
