Gerardo Gaudiano Rovirosa
Columna Guayabera Política/
Guillermo Hübner Díaz/
En las filas del Sol Azteca ya no se habla tanto –no tan bien como ocurría hace un par de meses- del joven diputado Marco Rosendo Filigrana y los ojos comienzan a ver con mayor agudeza al joven presidente municipal de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa. Por algo será.
De 35 años de edad, el alcalde de Centro –confirmado en el cargo por arrolladora voluntad ciudadana-, comienza a verse al interior del Partido de la Revolución Democrática, PRD, como el político –joven- que en 2018 puede hacer ondear en lo más alto la bandera negriamarilla y sumar un segundo sexenio consecutivo en los haberes del Sol como partido gobernante.n las filas del Sol Azteca ya no se habla tanto –no tan bien como ocurría hace un par de meses- del joven diputado Marco Rosendo Filigrana y los ojos comienzan a ver con mayor agudeza al joven presidente municipal de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa. Por algo será.
Al menos entre los jóvenes que mueven al PRD –ellos sí- y lo hacen significarse en ciertos escenarios, se piensa que Gaudiano es la fuerza que podría impulsar, en un futuro inmediato, una política con tendencia a la renovación política, hablo de jóvenes que no sólo desempeñan un cargo sino de quienes comienzan a ver a la política con simpatía, acompañados de no pocos adultos, hombres y mujeres, hartos de tanta corrupción como se encuentra uno por ahí.
El hecho de que los jóvenes de entre 20 y 39 años de edad, que representan el 49% del padrón electoral de Centro, hayan votado a su favor para darle una victoria contundente en marzo pasado, es prueba, estudiosos de la política y el gobierno mismo han considerado como una problemática grave el desinterés y la indiferencia manifestadas por parte de los jóvenes hacia la participación política, el principal argumento ha sido el de que los políticos no son honestos, desconfianza que al parecer disminuyó un tanto en la elección pasada, vamos a ver qué ocurre en 2018.
Gerardo Gaudiano Rovirosa, se presenta como una especie de esperanza, de promesa.
“Ojalá y no nos falle -dice Juan Carlos Castro Alejandro, paraiseño avecindado en Villahermosa desde hace 48 años que sin ser perredista vota por los candidatos amarillos desde que el Sol Azteca apareció en Tabasco-”.
“Ojalá y se convierta en la punta que señale el norte y asegure a la juventud mayores oportunidades de participación, los partidos sólo voltean a verla en vísperas de elecciones, otorgándole un valor meramente mercantil al no proporcionársele información adecuada sobre lo importante que es una elección, esto es, para el desarrollo y perfeccionamiento democrático del país.
“Los partidos abandonan a la juventud todo el tiempo y la dejan sujeta, única y exclusivamente, al discurso de los candidatos y dirigentes, lleno de falsedades la mayoría de los casos, como todos sabemos”, comenta Juan Carlos.
“El joven ciudadano, por desconfiado –continúa-, y el adulto acostumbrado, rutinario, no eligen en México hoy en día una forma de gobierno, sólo adquieren el producto y la imagen creada por los partidos y los candidatos, promesas irrealizables en la mayoría de los casos, repito, situación de lo más condenable que impide a millones de personas tener una certidumbre sobre el futuro, lo que no ocurrió esta vez con el joven Gerardo, pues la gente votó 2 veces por él y la segunda en mayor grado de participación”.
Una buena camada de jóvenes conforma el equipo de trabajo de Gerardo Gaudiano Rovirosa, que no los invitó a participar para ver qué sale, para ver qué hacen, sino para que aporten la experiencia adquirida en el desempeño de otras funciones y le den solidez a esa política de renovación, a esa política de nuevas formas de hacer gobierno, que necesita Tabasco, que necesita el país.
Gaudiano Rovirosa, acaba de presentar en el Teatro Universitario, el Plan Municipal de Desarrollo, cuya premisa fundamental es la de darle a las personas certidumbre sobre el futuro, sobre lo que les espera, basado en el trabajo duro, bien planeado, necesario, realizado diariamente buscando elevar los actuales niveles de bienestar de la comunidad, destacando el hecho de que a la sociedad se le brinda información adecuada sobre lo que se hace, no sólo publicidad o propaganda.
Hay el propósito –está en el Plan-, de cuidar especialmente este aspecto de la administración, el de la información adecuada, el de proporcionar una información objetiva y creíble para que los jóvenes y los adultos incrédulos vayan constatando que es real, que es verdadero, que es auténtico el propósito de renovar a la política y el de instaurar nuevas formas de administrar y, claro está, de hacer política.
Gaudiano Rovirosa no desea que el ciudadano sea visto más como cliente, sino que sea considerado elemento primordial de participación política y objetivo fundamental de toda acción de gobierno para que la gente haga suyos los programas y se estos se realicen sobre líneas de confianza, respeto y participación, que se sepa Gaudiano Rovirosa no es ningún ratero -buen punto de partida- y quizá por ello comienza a ser considerado por sus correligionarios, como el ícono de la renovación política que se necesita, huelga decirlo, en todas partes, no sólo en el PRD, no sólo en Tabasco.
Ojalá y no falle, como expresa el esperanzado paisano, Juan Carlos Castro Alejandro. Ojalá. Hace falta una ventana por donde crucen nuevos aires, Gaudiano Rovirosa podría abrirla. Sea.