Morena, no equivocarse en Paraíso nuevamente
Víctor Ulín/
Al margen que el método de selección sea la encuesta, esta vez la dirigencia y la militancia de Morena no pueden equivocarse al designar a su candidato a la alcaldía de Paraíso para el 2024.
Lo ventajoso ahora es que los morenistas, después de errar en el 2021 postulando a Betty Milland, saben que tienen en Alfonso Baca Sevilla al mejor activo para ganar y que no pueden desaprovechar la oportunidad. Tampoco los morenistas pueden arriesgarse a que la diputada local, Laura Patricia Ávalos Magaña sea igual corrida a tomatazos cuando vaya a las comunidades de las que se olvidó con el cargo, igual que su antecesora. O del resto de aspirantes que no tienen ninguna posibilidad de ganar.
Los morenistas que dieron su voto de castigo en 2021 y los paraíseños en general demostraron que tienen la fuerza para decidir qué tipo de persona es la que deseen que los gobierne. Poco importa, por ejemplo, que en la reciente inauguración de la casa de Morena en Paraíso Tey Mollinedo y Nidia Naranjo, alentadoras también de las aspiraciones de Raúl Ojeda Zubieta, hayan apapachado a Betty Milland, sí, la que perdió ampliamente ante Anita Castellanos en la contienda municipal en 2021.
En ese momento, y ahora también, Betty Milland representó todo lo que no querían: una persona soberbia, arrogante, clasista, distante, capaz de hacer que todos se volvieran en su contra.
Luego entonces, Alfonso Baca, que en 2021 fue desplazado pese a contar con la fuerza territorial y electoral, simboliza todo lo contrario: una persona cercana a la gente, gestor, empático, conocedor de su municipio y sensible a las necesidades de la gente. No fue casualidad que fuese el más invitado para apadrinar a generaciones de niños, niñas y jóvenes que egresaron de sus escuelas.
La encuesta que seguramente ganará, solo confirmará el aprecio que los paraíseños le tienen y que lo quieren como candidato y eventualmente como alcalde.
Aunque la política no responde necesariamente a la lógica, los morenistas entonces no deberían tener ningún problema en volcarse a favor de quién podría garantizarles una victoria, y rechazar la tentación de volverse a poner contra lo que la mayoría quiere y entregarle malas cuentas otra vez al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su potencial sucesor, Adán Augusto López.
