Comprensión y paciencia
Víctor Ulín/
En el mes de agosto, cuando se le dificulte transitar por Avenida Usumacinta y calles aledañas, porque los trabajadores del Ayuntamiento de Centro estarán construyendo el Acueducto, piense en el beneficio de la obra: proveerá a la planta potabilizadora Villahermosa de 2 mil litros por segundo de agua cruda en mejores condiciones que la captada en el río Grijalva, facilitando su potabilización y garantizando mejor calidad para su consumo. Usted, yo y 400 mil personas más tendremos y beberemos agua de mayor calidad sin riesgo de enfermarnos o padecer su escasez.
Junto con la construcción de la Planta Potabilizadora Carrizal II y una Plataforma de Captación, serán poco más de 950 millones de pesos los que se destinarán para las tres obras que resolverán el problema de la escasez de agua y su limpieza.
No es una obra integral de relumbrón ni mucho menos una para el lucimiento del gobierno en turno o de quien lo preside. Es ciertamente un rezago histórico que los demás gobierno dejaron pasar porque no les representaba un capital político o electoral algo que se construyera debajo de la tierra. Esa había sido la lógica que movía el interés de un gobierno al realizar o no una obra, aunque se necesitara con urgencia.
Pasamos hoy de la excusa histórica de ex alcaldes que siempre argumentaron la falta de recursos para no entrarle a la solución de fondo de la crisis del agua, al sí se puede con voluntad en el gobierno de la alcaldesa Yolanda Osuna Huerta. Es una sustancial diferencia que los habitantes de Centro tienen derecho a saber para reconocer con humildad lo que se hace. Pueden dar cuenta de cuál es el destino de sus impuestos cuando se administra transparente y honestamente para beneficiar a las familias del municipio. Y también del resultado de las gestiones del gobierno de Centro ante el federal que no ha escatimado en contribuir bajo la premisa de la política de transformación que promueve el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
No es exagerado asegurar que el municipio de Centro será otro cuando en cinco meses las obras hídricas en construcción entren en operación y quede solucionado por varias generaciones la mala calidad del agua y su escasez. Tampoco es un halago sostener que el gobierno de hoy está efectivamente haciendo historia con obras sociales que sí mejoran la vida de la gente.
Así que cuando camine o vaya en su auto por Avenida Usumacinta, solo piense que los cinco meses que durará la construcción de la obra es nada si se compara con lo vital que es para todos el agua.
