Fuera máscaras
Víctor Ulín/
La mentira propagada por los visibles adversarios políticos de la oposición en relación con el Museo Nacional de Olmeca que protegerá el legado de Carlos Pellicer Cámara, exhibió a otros actores políticos provenientes de instituciones públicas y organizaciones empresariales y presuntamente civiles que, siempre agazapados, nunca fueron capaces de criticar algo cuando el PRI fue amo y señor de Tabasco.
Que los que durante los gobiernos priistas fueron reprimidos y perseguidos por expresar sus ideas o criticar al régimen hoy puedan hasta insultar o desacreditar y los ciudadanos manifestarse libremente, es resultado precisamente de la lucha democrática que inició en Tabasco Andrés Manuel López Obrador y el hoy gobernador Javier May Rodríguez.
En Tabasco, apenas asumió el gobierno, Javier May Rodríguez y los diputados de Morena le devolvieron al pueblo su derecho de elegir a sus delegados municipales que el gobierno del priísta Adán Augusto López Hernández les había quitado, y más aún: darles el poder de someter a referéndum la permanencia del gobierno en turno, en congruencia con su lucha a favor de las libertades y derechos políticos.
Si bien fue la Suprema Corte la que le dio revés en el 2021, ya desde su campaña Javier May había confirmado que también echaría abajo la Ley Garrote para castigar las manifestaciones que había impulsado el adancismo.
Ni antes ni ahora el gobierno de izquierda ha estado cerrado a escuchar las voces de los ciudadanos. Al contrario. Y las jornadas de atención en territorio son un ejemplo que la comunicación con el pueblo es necesaria para la buena gobernanza.
Solo que quienes mantienen una campaña en las redes sociales tienden a desvirtuar y a mentir, como lo han hecho con el proyecto -falta por supuesto concretarlo- del Museo Nacional Olmeca.
En medio de la confusión alentada en las redes sociales por la oposición y sus aliados desde el “fuego amigo” que poco a poco va siendo despejada por la información verdadera, va prevaleciendo la sensatez y la conciencia crítica de los ciudadanos que, por ejemplo, el sábado corrieron a los políticos que buscaban montarse en el tema y sacar raja política de una manifestación que aunque nació genuina terminó convertida en una protesta contra el gobierno.
En la medida en la que los ciudadanos van informándose de que, por un lado, El Parque Tomás Garrido seguirá intacto y el Museo La Venta será mejorado y ampliado ya como Museo Nacional Olmeca como era el deseo de Carlos Pellicer Cámara para preservar las figuras colosales, los intereses de terceros y de políticos y defensores del viejo régimen, algunos en funciones y otros que se aferran a cargos como si fueran su patrimonio personal, van quedando al descubierto. Se juegan su última carta y capital político apostándole a la crisis social.
Una rápida revisada a las redes sociales de políticos, “académicos” con fuertes filias priístas y de sus grupos a fines; de páginas alentadas desde los sótanos, de las evasivas, tibias y confusas posturas de algunos legisladores, alcaldes y funcionarios de los tres niveles de gobierno y de la misma Universidad Juárez Autónoma de Tabasco y varios de sus empleados que repiten la narrativa de los priístas, nos da claras pistas de la intentona de crear desorden y desestabilizar al primer gobierno emanado de la izquierda.
En una democracia como la que se ha logrado después de una abierta represión a quien pensara diferente-nosotros la padecimos-, surgen ciertamente los oportunistas que aparecen ahora como los grandes críticos, que de pronto se dieron cuenta que eran libres y ahora sí podían hablar, criticar, desacreditar, pero que fueron omisos, indiferentes y siguen siendo cómplices del rancio PRI y su palero el PRD.
Por más que lo han intentado descalificar y desacreditar desde incluso mucho antes de la elección, la solidez de su triunfo y el respaldo mayoritario de los ciudadanos mantienen al gobierno de Javier May Rodríguez firme y avanzando.
Fue antes, es ahora y los adversarios de la oposición seguirán intentando socavar estérilmente -como buscan hacerlo con la Presidenta Claudia Sheimbaun-, todas las acciones y obras a favor de la gente que haga el gobierno.
Todas las acciones y obras que ha hecho el gobierno de Javier May Rodríguez desde que asumió -y ahí están los miles de beneficiados-, y el Museo Nacional Olmeca no es la excepción, han sido y son para promover el progreso y bienestar de la gente, a pesar de los adversarios de la oposición, en particular priístas, que no desean que las cosas cambien y sigan como cuando eran amos y señores de Tabasco. No aceptan que su tiempo y sus negocios son cosas del pasado.
Contrario a lo que esperaban los agoreros priístas del desastre y sus huestes que sobreviven soterradamente y que aprovecharon las redes sociales para mentir y confundir, el gobierno de Javier May Rodríguez abrió las puertas de Palacio de Gobierno para ofrecer la mano y diálogo a los ciudadanos y asociaciones ambientales que en libertad manifestaron ayer con una marcha y un pliego de peticiones sus inquietudes sobre el tema.