Non grata
Víctor Ulín/
Casi nueve meses después de la elección del 2 de junio del 2024, la priista Lorena Beurregard de los Santos -y el grupo político que la respalda- no puede digerir aún su derrota, el último lugar de la contienda para gobernador con el 4.7 por ciento de las preferencias. Asumir que fue -y es- una perdedora más de los que fueron rechazados, no aceptados por el voto de los tabasqueños en las urnas.
No le ha sido fácil tampoco estar fuera del presupuesto público, desde donde, como muchos priistas y perredistas, tenía su modus vivendi que hoy extraña.
Sobrevive -es lo que trasciende- con sus banquetes y servicios de cafetería a sus amigos que la alientan para levantarse en las mañanas, encender su computadora, sentarse en su escritorio -lo hacía como candidata al gobierno desde los cafés-, navegar en sus redes hasta que la vence el sueño o el hambre de la tarde o la noche.
Seguramente la ex candidata derrotada del PRI y del PAN a la gubernatura en la elección del año pasado, añora el momento cumbre de su carrera política cuando le tocó ser la secretaria técnica del ex Gobernador Andrés Rafael Granier Melo, el mismo que endeudó a los tabasqueños con casi 7 mil millones de pesos que ahora estamos pagando todos y del que, curiosamente, no está hablando para exigirle cuentas. Sí, es la misma a la que usted ve o lee en sus redes.
Lo que tendría que explicarle la priista a los tabasqueños -mucho más a las nuevas generaciones de jóvenes que nacieron endeudadas y que saben muy poco de su paso por los gobiernos priistas- es cuál fue el destino de ese millonario recurso que solicitó su jefe Andrés Granier Melo que no se vio reflejado en el bienestar de los tabasqueños y a los que mantuvo en el abandono.
De memoria corta, Lorena Beurregard de los Santos olvida cuando en junio del 2017 el entonces dirigente estatal del PRD, Candelario López Alvarado, pidió que compareciera junto con otras 56 personas que fueron involucrados por el ex secretario de Finanzas José Saiz Pineda, preso por presunta corrupción en el gobierno de Andrés Granier Melo que también terminó en la cárcel donde estuvo cinco años recluido.
Con qué autoridad se presenta hoy la priista a querer dar clases de moral o de buen gobierno, cuando formó parte de unos de los peores que ha tenido Tabasco en la persona de su amigo Andrés Rafael Granier Melo. No es casualidad que apele al olvido y le reditúe más ser enemiga de Tabasco las 24 horas del día, e intentar desviar la atención.
Ella como Secretaria Técnica fue gobierno y tuvo la oportunidad de cambiar la realidad de los tabasqueños, pero nunca quiso -ni tampoco ahora- y solo fue mera retórica como cuando asume el tema de las tarifas eléctricas y sale a engañar y aprovecharse de la necesidad de mucha gente.
Perdón – y tener un tanto de dignidad – es lo que debería estar pidiendo a los tabasqueños que fueron condenados a pagar casi 7 mil millones de pesos derivados del endeudamiento de su amigo y jefe, el ex gobernador priista que pagó también con derrota, en la elección del 2021, cuando quiso volver a gobernar el municipio de Centro.