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Desaparecer “elefantes blancos” en Tabasco

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Víctor Ulín/

A la virtual desaparición de los presuntos órganos autónomos federales que llevarán al pleno la próxima semana y aprobarán los diputados federales en el corto plazo, deberán seguir los estatales.

Desde su creación, el Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP), el Sistema Estatal Anticorrupción (SEA), La Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y el mismo Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCT), han sido agencia de colocación de cuates y auténticos elefantes blancos con un coste económico oneroso.

Hasta este momento, son el ITAIP y el SEA, encabezados por los adancistas Mario Alvarado y Maday Merino Damián, respectivamente, los dos organismos más propensos a desaparecer, seguido del IEPCT y finalmente la CEDH que aun cuando no ha marcado diferencia, podría ser rescatada empezando por remover a quien hoy ostenta la presidencia, José Antonio Morales Notario, y que ha pasado sin pena ni gloria hasta hoy.

El que podría también tener los días contado es el IEPCT que regentea Elizabeth Nava Gutiérrez, una vez que se discuta en la Cámara de Diputados federal la reforma electoral que implicaría cambios sustanciales, para que, entre otras cosas, sea el Instituto Nacional Electoral (INE) el que asuma la organización de las elecciones estatales y se dejen de duplicar funciones que cuestan mucho dinero al erario.

Hay razones de sobra para extinguir a estos organismos que lo que menos tienen es autonomía y cuya existencia no se justifica.

Para el gobierno de Tabasco que encabeza Javier May Rodríguez, la desaparición de estos organismos “autónomos” representaría una oportunidad para que los recursos del presupuesto destinados a su estéril manutención sean invertidos mejor en los programas sociales que benefician a los tabasqueños.

En el caso del ITAIP, por ejemplo, que preside Miguel Alvarado, le fue programado en 2024 para su gasto poco más de 32 millones de pesos que se van en pago en nómina, sin que su trabajo tenga mayor trascendencia o impacto.

Un ejemplo más de los excesos: El IEPCT pasó de gastar 390 millones de pesos en el 2015 a alrededor de 500 en el 2024.

Un incremento del 40 por ciento y un insulto a la austeridad que no ha caracterizado a este organismo.

La necesidad de llevar el tema al Congreso del Estado es un imperativo, una obligación moral, para parar el derroche de recursos.

Lo bueno es que el presidente diputado de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Jorge Bracamonte, no ha descargado la posibilidad de que en cualquier momento el tema sea llevado al pleno para desaparecer los órganos “autónomos”.

Tampoco el gobernador Javier May Rodríguez ha rechazado que así como lo ha hecho con otros iniciativas, envíe al Congreso una para reformar la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y desaparecer esos organismos que resultan onerosos.

A partir de que los diputados federales morenistas concreten la desaparición de los organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia y Datos Perdonales (INAI), habrá que empezar en Tabasco a perfilar la desaparición de los mismos en sintonía con la transformación que sigue en curso.

 

 

 

 

 

 

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