Cambio en PRI-Tabasco
Víctor Ulín/
Si a nivel nacional Alejandro Moreno Cárdenas imprimió al PRI y a la militancia una nueva dinámica y lo ha hecho protagonista, en Tabasco su dirigente, Dagoberto Lara Sedas, hace lo contrario: convertir al partido en un elefante blanco ciertamente reumático camino a la extinción.
De pronto, el PRI Tabasco desapareció y dejó de asumirse como una oposición interesada por lo menos en buscar en la elección del 2024 alguna alcaldía o mantener sus diputaciones plurinominales que no sorprendería que pasen todas al Partido Movimiento Ciudadano. Pero al paso que va sería un auténtico milagro que no acabe perdiendo su registro estatal si continúa en la inacción.
Para los priistas de Tabasco es urgente que tengan un relevo en su dirigencia estatal antes de iniciar el proceso local y federal electoral so pena de que no sumen ni a los pocos trabajadores que laboran en la fantasmal sede del partido en 16 de septiembre.
A los priistas de Tabasco les vendría bien el solo hecho de tener un nuevo dirigente estatal que a estas alturas haría mejor las cosas que el actual que se encuentra completamente desaparecido.
Aunque en la próxima elección los priistas enfrentarán una batalla electoral difícil sin los recursos de otros tiempos, necesitan revitalizar a su partido para que quien llegue por lo menos tenga la autoridad moral para convocar a los propios militantes y a los tabasqueños en general.
A bote pronto, Soraya Pérez Munguía, que junto con Eruviel Alonso mantienen vivo al partido en Tabasco, podría ser una oportuna opción si existe el verdadero interés de que el PRI mantenga su registro y comience de verdad una renovación de fondo y no más de lo mismo.
La diputada local que no deja de mantenerse trabajando y como una opositora de verdad, es uno de los principales activos que el PRI Tabasco tiene, incluso para ser su candidata al gobierno en el 2024, que aunque no ganaría, hay que ser realistas, sí sería una bocanada importante de votos para su partido que languidece y que está urgido de volver a los primeros planos para no convertirse en la última fuerza política.
Pero hoy, así como está, lejos de los grandes temas sociales y paralizado al extremo con su dirigencia, el PRI Tabasco no tiene ningún céntimo de futuro en el 24.