Manuel Rodríguez visita Tepetitán y convive con habitantes y amigos del Presidente
Redacción/
Caminar por las viejas calles, el mercado, los modernos malecón, parque y polideportivo de la Villa Tepetitán, Macuspana, es girar las manecillas del tiempo en torno a la familia López Obrador.
Fue el abuelo de quien hoy despacha en palacio nacional, José Obrador Revueltas, el donador hace muchos ayeres del terreno del campo de Beisbol que lleva su nombre.
Tepetitán, Macuspana.- La casa misma donde vivieron y comerciaron Don Andrés López Ramón y Doña Manuelita Obrador González fue donada y ahora es la biblioteca de la villa, sin duda su mayor atractivo para militantes, simpatizantes y turistas de todos colores. La historia pesa y cuando se es testigo de ella o con ella, pesa más.
Todos quieren conocer La Meca donde comenzó todo, para el triunfo de la izquierda mexicana, después de los fraudes de 1988 y de 2006.
Al pie de la casa donde vivió su niñez y juventud Andrés Manuel López Obrador, el diputado federal por Tabasco, Manuel Rodríguez González, envío un mensaje por las redes sociales:
“Les saludo desde Tepetitán, Macuspana, lugar donde nació el primer presidente tabasqueño.
“Desde la casa donde vivió su infancia Andrés Manuel López Obrador, les digo que me siento muy honrado de haber participado a su lado en la fundación de Morena, pilar de la Cuarta Transformación que está cambiando al país para bien de todos los mexicanos, bajo los principios y valores, ¡¡¡con los cuales yo comulgo!!!, de “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
“La Villa Tepetitán es el asentamiento más antiguo de Macuspana y es el fiel ejemplo de la transformación de este municipio, Tabasco y todo México”, enfatizó el dos veces consecutivas presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados federal.
El legislador Manuel Rodríguez inició su recorrido por la Villa más famosa del país con una visita al domicilio de Víctor Colomé López, primo de ya saben quién. Con la autoridad moral que le da ser uno de los forjadores de la izquierda organizada de Tabasco, le expresó al representante popular ante el Congreso de la Unión que “el movimiento que comenzó Andrés Manuel debe seguir adelante y sin mentiras porque las aborrece”.
“Yo no quiero cargos, sino que continúe la filosofía lopezobradorista. En Macuspana existe un bastión muy grande, especialmente comandado por mujeres a las que no podemos traicionar, porque Morena debe defender sus causas en todo Tabasco».
En la segunda parada el diputado Rodríguez González tocó base en el campo de beisbol “José Obrador Revueltas” para presenciar las prácticas de un grupo de adolescentes.
Aceptó el reto de un juvenil pelotero que no hizo caso a simpatizantes locales del legislador para que «se la pusiera». Manuel Rodríguez hubo de recordar sus andanzas por el rey de los deportes en sus años mozos para dar cuatro macanazos en medio de una lluvia de rectas y curvas por las esquinas.
Sudoroso, pero no ponchado, se encaminó para saludar a los vecinos de las casas que rodean al campo de beisbol y que desde sus ventanas y puertas observaron el singular duelo beisbolero.
El legislador federal cruzó el polideportivo dónde en grupo de jóvenes sostenían un cerrado juego de básquetbol.
Ya en el parque recién remodelado, José Manuel Hernández Mateos expuso su queja de que el parque y los sanitarios se encuentran sucios, «pese a tan bonita obra. Vienen muchos turistas que se van decepcionados de tanta basura».
Pidió asesoría jurídica para que se investigue el mal uso del patrimonio de la Villa por el anterior delegado.
El recorrido del diputado federal por Tabasco en la Villa Tepetitán terminó con anécdotas de contemporáneos del presidente Andrés Manuel López Obrador. En una banqueta en la ribera del río Tulijá, Jorge Peña León, Felicito Acosta Cabrera, Luis Alberto Torres López y Gilberto Antonio Pascual, algunos pescadores recios curtidos por años de trabajar bajo el sol abrasador del trópico tabasqueño, recordaron cuando de niños se bañaban en las aguas del río Tulijá y jugaban beisbol con el ahora presidente de la República Mexicana.
Sí, la historia pesa. Se esté desde éste o del otro lado del río Tulijá.