ISSET: o lo cuidan o lo quiebran
Víctor Ulín/ Sin Remitente/
El gobierno de Adán Augusto López Hernández ha documentado el saqueo desmedido al que fue sometido el Instituto de Seguridad Social del Estado de Tabasco (ISSET), particularmente en la administración de Arturo Núñez Jiménez y de su antecesor Andrés Granier Melo, con el consentimiento de más de uno de los sindicatos que ven ahora en riesgo sus privilegios y tratan de presionar con demandas que caen en la ilegalidad, como el querer jubilar a quienes no cumplen con la ley.
Decir, entonces, que el ISSET está sostenido con alfileres y que en cualquier momento podría colapsar es una realidad que no pueden soslayar los trabajadores del estado y del mismo Instuto, a los que desde el inicio de la nueva administración el gobernador y el director del organismo garantizaron sus pagos, como también a los jubilados y pensionados, amén de otorgarle el derecho a quienes cumplen con la ley.
“Al ISSET debemos cuidarlos todos y no podemos seguirle cargando la mano”, advirtió oportunamente el secretario de gobierno, Marco Rosendo Medina Filigrana, cuando atendió a un grupo de trabajadores frente al Congreso del Estado.
Y al secretario de gobierno le sobra razón: los principales problemas de falta de liquidez y rezagos en atención por la falta de equipo o instalaciones son los acumulados por los gobiernos anteriores, y que el desabasto de medicamentos se va atendiendo gradualmente por el gobierno federal con la compra de los mismos incluso en el extranjero para enviarlo a las entidades médicas como el ISSET con una logística implementada desde el IMSS, después que los proveedores que habían hecho un jugoso negocios en el pasado se negaron a vender e intentaron reventar al sector salud en todo el país.
Ante este escenario, lo que debería prevalecer en sus trabajadores, jubilados, pensionados, derechohabientes y líderes sindicales, es la solidaridad para mantener de pie al ISSET, a menos que su apuesta sea la desaparición.