En tiempos de la 4T, «vive» el Ciclón del Sureste…
Redacción/
El presidente Andrés Manuel López Obrador marca la pauta de la conmemoración de hoy en Tabasco, en su conferencia de prensa mañanera. “(Carlos Alberto) Madrazo era un democratizador… un hombre de prestigio, de pasión, del trópico…”, describe, sin tapujos.
El estallido del avionazo que privó la vida al llamado “Ciclón del Sureste”, aquella mañana del 04 de junio de 1969, en el cerro de Tres Picos de la Serranía del Frayle, a las afueras de Monterrey, Nuevo León, aún sigue retumbando en la memoria de los tabasqueños.
“Eran otros tiempos, tiempos difíciles… de cerrazón… de autoritarismo”, lamenta el tepetiteco; evoca desde Palacio Nacional, en el corazón del país, ante medios de comunicación de México y el extranjero, parte del legado de su paisano, el exgobernador de Tabasco y exdirigente nacional del PRI, justo en la fecha de los 50 años de su muerte.
En Villahermosa, el sonido de la armónica de don Lindoro Domínguez Jiménez, un personaje popular de la colonia Primero de Mayo, se esparce en el ambiente, con cadencia, sobre la plancha de cemento que poco a poco comienza a vaciarse.
Recién termina el homenaje alusivo al quincuagésimo aniversario luctuoso de Carlos Alberto Madrazo Becerra, efectuado en la plaza que lleva su nombre, en el malecón construido durante su gobierno en la década de los años 60. “Así es Tabasco y no como lo pintan”, emana, vibra, de la cámara de lengüetas como música de fondo.
Don Lindoro porta su inconfundible sombrero de paja; en la ribera del Grijalva se mueve como pez en el agua entre una clase política que, bajo el liderazgo del gobernador Adán Augusto López Hernández, acaba de presentar sus respetos al exmandatario estatal en un acto desarrollado a lo largo de casi una hora.
“La reconciliación es de a de veras”, desliza el perspicaz anciano, haciendo mofa de los escépticos. Se pasea por toda la plaza, mezclado entre la gente, saludando a cuanto político reconoce. Palpa de manera personal lo que, según él, todo mundo comenta en corto, pero también de manera abierta: aquí no hay colores, filias ni fobias.
El sentimiento alentado por un nuevo régimen que aspira a imbuir nuevas formas de pensar la vida y de pensar la actividad pública, da paso a la civilidad. Bajo la mirada imperturbable de la monumental figura de bronce de Carlos Alberto Madrazo, emerge, se amalgama, una generación de tabasqueños más tolerante.
Aquí en nuestro trópico, en nuestra agua y nuestra selva, la reconciliación germina como principio del pluralismo dinámico que exigen los nuevos tiempos. El promotor tiene nombre y apellido y conduce hoy los destinos de Tabasco: Adán Augusto López Hernández.
El “Ciclón del Sureste”
La mañana arranca movida. La actividad es inusual en la plaza “Carlos A. Madrazo”, comentan entre sí un par de boleros que en las escalinatas del inmueble, acaparan a toda la clientela. No se dan abasto. “¡Nos estamos rayando!”, se animan entre trapazo y trapazo. El recuerdo de Madrazo Becerra les ha hecho el día.
En punto de las ocho y media de la mañana, el jefe del Ejecutivo hace acto de presencia en el lugar. A su paso, saluda a exgobernadores, entre ellos, Enrique Priego Oropeza, hoy presidente del Tribunal Superior de Justicia; Roberto Madrazo Pintado, hijo del homenajeado y Manuel Andrade Díaz. Con todos entabla diálogo, breves… sí, pero marcados de simbolismos.
La inconfundible voz del maestro de ceremonias adereza la conmemoración con el pensamiento del Ciclón del Sureste, transmitiéndolo a alumnos del Conalep de Villahermosa y la Escuela Secundaria Técnica número 28, acomodados entre la muchedumbre.
Por invitación del Gobierno del Estado y el Consejo Directivo Nacional de la Fundación “Carlos Alberto Madrazo Becerra”, presidido por el exalcalde de Centro, Florizel Medina Pereznieto, el rector de la UJAT -a la que el festejado le construyó su actual Zona de la Cultura-, José Manuel Piña Gutiérrez, está a cargo del discurso oficial.
“Hay tabasqueños congruentes con su tiempo y circunstancias, hombres visionarios que con sus principios y su autoría moral superan adversidades y procuran la prosperidad de su tierra y el bienestar del pueblo”, subraya de entrada, ante integrantes de la familia Madrazo, entre ellos, Federico, el exdirigente del Partido Verde Ecologista.
Dentro de ese grupo, Piña destaca las figuras de grandes tabasqueños como José María Pino Suárez, Manuel Sánchez Mármol, Francisco J. Santamaría y Carlos Alberto Madrazo Becerra; este último, un tabasqueño ilustre que a cinco décadas de su partida, es este martes recordado por sus grandes aportaciones a Tabasco y a México.
En un mensaje de casi 17 minutos, valora en toda su dimensión el legado de un tabasqueño ejemplar, un gran hombre –acentúa- que a 50 años de su lamentable partida es recordado por todo lo que hizo por esta tierra desde el ámbito de la administración pública y también de las ideas.
“Hablar de Carlos Alberto Madrazo Becerra es hablar de un hombre que se adelantó a sus tiempos, un hombre preocupado por su gente, que creyó en un país fraterno y con justicia. Un hombre que creía que la educación era la base del progreso y el bienestar social, por eso fue un gran impulsor de la educación, particularmente de la educación superior”, remarca, reflexivo.
Puntualiza que México y Tabasco viven tiempos nuevos, escenarios distintos, formas de gobernar diferentes, tiempos donde la convivencia es posible, donde la pluralidad es una norma de conducta que permite encontrar un punto de partida para la unión.
En el colofón, llama a sumarse al trabajo que el presidente López Obrador y el gobernador López Hernández llevan a cabo para superar los desafíos y convertirnos en una potencia con dimensión social. Se desencadenan los aplausos. Atestiguan el momento Pedro Gutiérrez Gutiérrez, presidente estatal del PRI; el panista Juan José Rodríguez Prats y el exlíder del Congreso local, el perredista Rafael Abner Balboa Sánchez.
Se da paso a las ofrendas florales y a las guardias de honor, cinco en total. En fila, el Gobierno del Estado, la familia Madrazo, la Fundación “Carlos A. Madrazo”, la UJAT y el Comité Directivo Estatal del PRI, rinden los respectivos honores.
Concluye el festejo. En el epílogo, don Lindoro Domínguez se despide satisfecho: “Vine a este acto amistoso un poco dudoso, pero me quedo con la satisfacción de ver que aún podemos jalar parejo”… con su armónica metálica en la boca, se marcha, modulando, la inigualable “Vamos a Tabasco, que Tabasco es un Edén”.