Notas

Alito, Sangre Nueva

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Testigo fiel/ Por: Jesús Torres/

Si el priismo nacional quiere entrar a una etapa de reconstrucción de arriba hacia abajo después de la debacle electoral del año pasado y ser una fuerza política competitiva para el 2021 en que se realizarán elecciones intermedias, la carta fuerte más visible para estar al frente de este partido sería el gobernador campechano, Alejandro Moreno Cárdenas.

Alito, como se le conoce, es un cuadro cien por ciento priista, formado desde abajo, de la cultura del esfuerzo, que a base de trabajo y tesón ha escalado a diversos cargos desde que se inicio en la política en su natal Campeche. Eso le ha valido para ocupar varios cargos tanto en el PRI nacional y luego como diputado federal, senador y ahora gobernador de su estado.

Por su juventud, se ha identificado ampliamente con las nuevas generaciones
no sólo al interior de su partido sino también de la población.

El empuje que trae Alito lo ha hecho trascender a la política nacional. El dinamismo y la firmeza que le caracteriza en su forma de gobernar han hecho que Campeche sea un estado atractivo para el turismo y la inversión privada.

Pero además, en medio de la ola de violencia que se vive en otras entidades del país, Campeche se ha mantenido en los últimos tres años como un de los más seguros, con la policía más confiable y el menor índice de incidencia delictiva.

Como presidente de la Conago, Moreno Cárdenas ha propiciado además una relación de respeto y de acuerdos entre los gobernadores y el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

Su cercanía con el tabasqueño, ambos hombres del sureste del país ha permitido además darle viabilidad a proyectos como el Tren Maya que detonará esta parte de la región mexicana.

Es de los pocos gobernadores que son reales activos del PRI que ha alzado la mano para buscar la dirigencia nacional, en un momento en que el tricolor requiere de toda la inyección de sangre nueva para revitalizarlo.

Los mexicanos y los propios priistas no entenderían una transformación del PRI si su renovación no se diera a fondo, si no rescatara sus ideales revolucionarios que le dieron vida.

El reto no es menor, pero como el ave Fénix, tendrá que levantarse de entre las cenizas.


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