Salvan vida en hospital Juan Graham con cirugía del corazón con alta tecnología
Redacción/
• Equipo multidisciplinario del nosocomio practica implante percutáneo de válvula aórtica en paciente de 73 años, lo cual coloca al hospital como centro médico de vanguardia
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Un equipo multidisciplinario del Hospital de Alta Especialidad “Dr. Juan Graham Casasús” realizó un procedimiento exitoso del corazón llamado Implante Percutáneo de Válvula Aórtica (TAVI, por sus siglas en inglés) en una paciente de 73 años, con lo que se coloca como un nosocomio de vanguardia y de alta tecnología.
El jefe de Servicios de Cardiología de la unidad médica, Orlando L. Henne Otero, explicó que la intervención consistió en realizar una pequeña incisión en la arteria femoral, para introducir catéteres sofisticados al corazón e implantar la válvula, con lo que el paciente normaliza su flujo sanguíneo.
Dijo que la intervención duró una hora con 25 minutos, en comparación si se hiciera a corazón abierto, que se realiza hasta en seis u ocho horas con los riesgos que conlleva, como anestesia general, riesgos de sangrado y la detención del corazón. “Se sigue practicando esta operación, pero como la medicina ha evolucionado, ahora se puede hacer de forma percutánea”, afirmó.
El especialista señaló que el diagnóstico de este mal se conoce como enfermedad degenerativa de la válvula aórtica o estenosis aórtica crítica, y desde el momento en que se diagnostica, el paciente sólo tiene cinco años de sobrevivencia, por lo que debe someterse a una operación de corazón abierto o a este nuevo procedimiento de mínima invasión.
Detalló que la válvula del corazón debe abrir en promedio 2.5 centímetros de diámetro, pero la de la paciente solamente lo hacía en 0.5 centímetros, por lo que su vida estaba en riesgo. Mencionó que es una enfermedad que padecen las personas de la tercera edad, pues con el paso de los años su válvula del corazón se puede ir cerrando.
Henne Otero expresó que los síntomas de la enfermedad son: falta de aire, hinchazón, desmayos o síncopes y dolor en el pecho (angina de pecho), y es más factible en personas de ambos sexos hipertensas, diabéticas, con colesterol alto o que son fumadoras.
Indicó que las primeras prótesis percutáneas se iniciaron hace algunos años en los grandes hospitales de la Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara, y en el Sureste solamente se practicaban en Puebla, pero en los últimos años ya se hacen en Tuxtla Gutiérrez, Mérida y Tabasco. “Esta es la primera intervención que hacemos en el estado, tanto en la medicina privada como en la institucional”, destacó.
El jefe de Servicios de Cardiología del nosocomio explicó que en la intervención que hicieron los asesoró el médico Guering Eid Lidt, especialista del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”, porque la compañía que hace ese tipo de válvulas y la Cofepris no permiten que cualquier médico las instale, sino que debe hacerlo alguien certificado.
Aseveró que familiares de la paciente de 73 años adquirieron la válvula, y el hospital le apoyó con todo lo indispensable, las instalaciones y el equipo multidisciplinario, conformado por un cardiólogo, anestesiólogo, cirujano cardiovascular y los auxiliares de apoyo.
Insistió en que el procedimiento que se hizo es muy seguro, con un riesgo mínimo en comparación a una cirugía de corazón abierto. “Es costoso, es cierto, pero la idea es que a la larga esos costos disminuyan para que sea accesible a la población abierta”, concluyó el médico especialista.