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«Porque le falta mariguana que fumar»

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Román Ramírez Carrillo/

La discusión en torno al estatus legal que debe tener el uso de la marihuana, está presente, sigue la discusión en varios sectores de la sociedad. En resumen, tres posturas han quedado ante la opinión pública: por un lado están quienes buscan su liberación para fines lúdicos; por otro lado, algunos ven conveniente ampliar la ley para permitir sólo su uso medicinal y; por último, hay un sector que se opone a modificar la situación actual.

En los medios de comunicación, en las revistas especializadas, en las instituciones de salud y centros de estudios, la discusión sigue abierta. Ante la opinión pública se dan voces y expresiones a favor o en contra de alguna de estas posturas.

La marihuana como juguete.

 Quienes proponen su legalización para fines lúdicos, al parecer, no han reflexionado lo suficiente en sus consecuencias. El argumento favorito de los proponentes es el llamado “derecho a la libre autodeterminación”, es decir, la idea de que somos libres de hacer cuanto queramos, en tanto no afectemos a terceros.

Esta postura la encabeza Jorge Castañeda, al establecer que la marihuana es una sustancia que hace menos daño que otras legales, y enfatiza que “su prohibición es un absurdo que viola el derecho a la autodeterminación de las personas. Creo que en la Suprema Corte hay una mayoría favorable y, como ha sucedido con el aborto o el matrimonio gay, primero se cambiará la situación jurídica y luego la opinión pública.

El argumento es una postura que ignora la condición humana. Las personas no somos islas y nuestros actos siempre tienen efectos en la vida de nuestros semejantes. No existe libertad sin responsabilidad, porque todos nuestros actos sin consecuencias.

La marihuana es nociva para la salud y afecta el tejido social

Cualquier estudiante de medicina, sabe que fumar el “resultado de la combustión de hojas secas”, afecta la salud de las personas. Es un dato científico, y no ideológico, el que la marihuana afecta la salud física, la intelectual y la emocional.

La psiquiatra Nora Volkow, advierte que el consumo de marihuana disminuye el coeficiente intelectual, especialmente cuando su consumo se inicia en la adolescencia. “El uso de la marihuana durante la adolescencia, particularmente si el uso es continuo, está asociado a una disminución significativa de los coeficientes de inteligencia”.

La nocividad de la marihuana no es una hipótesis. Contiene una serie de substancias que dañan el desarrollo de los seres humanos. La marihuana es mala no porque sea ilegal; es ilegal porque es mala.

La nocividad social ha sido confirmada por investigadores de la UNAM y las instituciones que se dedican a la atención de los drogadictos. El consumo de marihuana genera estados alterados de la conciencia, por lo que el conjunto de relaciones de la persona se ve afectado. Deteriora la cotidianidad familiar, social y laboral del consumidor causando perjuicio grave al tejido social.

Legalizar, golpe al crimen organizado

Algunos  ONG, S  proponen la legalización de las drogas bajo dominio estatal y que se garanticen políticas de salud que no criminalicen a los consumidores, que controlen la calidad de las sustancias psicoactivas y tengan acceso a información y atención de calidad.

No podemos ser ingenuos al decir que legalizar el comercio de marihuana sería un duro golpe al crimen organizado. No estamos ante honestos empresarios perseguidos por leyes injustas, sino ante criminales bien organizados que operan diversificando un mercado dedicado a la destrucción sistemática de las personas, en complicidad con funcionarios públicos y políticos.

Legalizar para usos medicinales

Es muy positivo que se proceda a la regulación de la marihuana con fines medicinales. Lo importante es seguir los protocolos necesarios para evitar el abuso. Como en todos los casos, debe quedar en manos de especialistas y no de políticos oportunistas.

El diputado independiente Pedro Kumamoto, expresa estar a favor en el uso medicinal y que se abra la discusión para su uso recreativo. “Tiene que ser tratado como un tema de salud pública, en lugar de como un tema de seguridad. Tenemos que abrir la discusión, porque entender si es la mejor medida para México”

Ante la opinión pública, queda la idea de no criminalizar al consumidor por considerar que es una víctima. El sentido común de los mexicanos aprueba la regulación de la droga con fines medicinales, pero no se puede considerar a la mariguana como un juguete, es decir, legalizarla para un supuesto consumo lúdico.

oceanoacul@live.com.mx

 

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