Historias CotidianasHoy escribenVíctor Ulín

¿Quién se quedará con el perro?

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*Victor Ulín/
Parejas llevando a su perro a una escuela pública de educación básica para que lo
eduquen como un ser humano quizá parezca hoy una escena de alguna película de ciencia ficción que mañana pueda ser parte de nuestra vida cotidiana.
No estamos a mucho de que los perros de hoy sustituyan en las escuelas a los hijos no nacidos del mañana si la tendencia continúa como hasta ahora en la que muchos jóvenesapelan a su derecho de no tener hijos o simplemente no quieren, se fundamente o no en
una razón.
El fenómeno social, como todo aquello que nos involucra como especie, es complejo y almismo tiempo nos pone en riesgo a todos.
El Papa Francisco nunca dejó de advertir el peligro que se cierne sobre el mundo cuandoinvitaba a los jóvenes a tener hijos y menos perrhijos. A crear humanidad.
Es una realidad que hoy hay más estéticas y clínicas caninas que hospitales públicos, y se
venden un sinfín de productos, incluyendo alimentos y ropa, para perros. Toda una industria
creciente y boyante que impulsa, de fondo, la tendencia de que es mejor tener un “perrhijoque un hijo». Que es más barato y menos “difícil” que cambiarle los pañales a un bebé.
Los anaqueles de los centros comerciales cada vez más están ocupando con mercancíacanina los espacios habituados normalmente para alimentos o mercancía de las personas.
Observe bien cuando vaya por sus compras a Costco, a Soriana o a cualquier tienda por
más pequeña que sea. La presencia de productos caninos ha sido tan gradual que no lonotamos. Como tampoco nos dimos cuenta en qué momento las esquinas de las ciudades,
pequeñas y grandes, eran ocupadas por un Oxxo o una farmacia, y qué decir de la industriade la comida chatarra.
Lo mismo está empezando a ocurrir en las escuelas de educación básica. Los niños y niñasestán dejando de llegar para cursar sus estudios básicos y los maestros comienzan a ver
cómo peligran sus empleos y otros tantos se quedarán esperando una plaza y llegará el díaque estudiar la licenciatura en educación en la universidad o en una escuela normal sea inviable.
Aunque la manera en la que lo planteó, un tanto en broma, no haya sido lo más formal, loque dijo la secretaria de educación de Tabasco, Patricia Iparrea Sánchez, es unaadvertencia seria que hay que anotar a tiempo: la matrícula de estudiantes de educación básica va a la baja.
La funcionaria estatal también llamó a los jóvenes a tener más hijos y menos mascotas como una forma de contrarrestar lo que ahora es una preocupación y una amenaza para
todo el sistema educativo. Esos niños no nacidos o no inscritos son los que mañana no llegarán a la universidad ni formarán parte de una sociedad productiva que haga viable el
lugar en el que vivimos todos.
La expresión que fue tomada a broma o de forma banal por muchos de la funcionaria, revela otras causas no menos importantes que provocan que los padres no inscriban a sus
hijos en las escuelas.
Es un hecho que la migración de las familias a la zona urbana de las ciudades se ha intensificado por la falta de oportunidades laborales o porque el campo dejó de ser atractivo
y productivo por factores varios; que la violencia está obligando al desplazamiento de familias que están pensando primero en cómo sobrevivir y no en dónde van a inscribir a sus hijos.
Es muy probable que la reducción de la matrícula en escuelas de educación básica esté ocurriendo tanto en la zona rural como urbana. Habrá qué revisar las estadísticas de Jalisco en el rubro de la educación básica.
Pero que los jóvenes maduren en buena mayoría el pensamiento de no tener hijos, es el más peligroso de los escenarios para la sostenibilidad de este mundo.
Por supuesto que la adopción de perros en vez de la procreación de hijos no está
desbordando en este momento. No. Pero está sucediendo. Igual que la sustitución gradual de las máquinas que nos están sustituyendo y ni cuenta nos estamos dando. Es probable que usted no se ha dado cuenta cómo de pronto pasó de ser consumidor a empleado
cuando tiene que cobrarse la mercancía en la caja automatizada, y fue dejando de usar la que era atendida por el cajero que fue o será despedido hoy o mañana.
No podemos solo observar ni mucho menos reírnos como si detrás de la expresión de tener más hijos en vez de mascotas no hubiera implicaciones preocupantes a mediano y largo
plazo. No sucederá hoy o mañana, pero si no empezamos a hacer algo entre todos
-sociedad y gobierno- para generar condiciones que lleven a nuestros jóvenes a construir familias, quizá podamos evitar que llegue el día en que no haya quien lleve al perro a la escuela.

+Columna publicada en el Semanario Arquidiocesano de Guadalajara

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