Danza del Pochó, orgullo e identidad de Tabasco: Suárez Vela
Redacción/
• El guardián de la tradición destacó que la danza fue declarada en 2007 patrimonio cultural de Tenosique
Villahermosa, Tabasco, 24 de enero de 2019.- “Solo por medio de las expresiones culturales, cualquier pueblo puede salir adelante de sus problemas, por lo que la Danza del Pochó debe preservarse en el tiempo para beneficio de Tenosique y Tabasco”, aseguró Roger Suárez Vela al disertar la conferencia «La Danza del Pochó, un ritual ancestral».
En el Museo de Culturas Populares Ángel Enrique Gil Hermida –que se reabrió el pasado 3 de enero luego de permanecer cerrada durante 9 meses para su total rehabilitación–, destacó que la danza es orgullo e identidad para los tenosiquenses, por lo que en 2007 fue declarada patrimonio cultural de Tenosique y de Tabasco.
La conferencia, a la que asistió un nutrido grupo de personas, fue coordinada por la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado.
Jorge Suárez Vela explicó que la danza que representa la lucha entre el bien y el mal se practica desde hace más de 150 años, aunque se tiene la creencia de que se realiza desde muchos años atrás. «Toda cultura irremediablemente tiene una evolución, y nuestra danza no ha sido la excepción, pues ha sido difícil que se mantenga fiel», afirmó en la galería del recinto cultural.
Recordó que la Danza del Pochó se presenta dentro de las actividades del Carnaval de Tenosique, que en esta ocasión inició el pasado 19 de enero y se extenderá hasta el 5 de marzo próximo, y los domingos de ese periodo se hacen recorridos por las calles de la cabecera municipal, y se escenifica la danza en la Plaza del Pochó o parque central.
Tras presentar un extenso documental sobre la danza que se hizo hace más de 10 años, el guardián de la tradición ofreció detalles de personajes, maquillaje, vestimenta, música y recordó a algunos de los ciudadanos tenosiquenses que durante decenas de años participan o participaron en la representación popular.
Indicó que entre los principales personajes se encuentran los cojós, que llevan un costal, careta rústica o pintada, sombrero con flores, trapo blanco, y pañuelo rojo o paliacate, y las pochoveras que llevan collares, sombreros con flores, blusas y faldas estampadas, que con el paso del tiempo se han estilizado.
Dijo que otro personaje importante es el tigre, que simula llevarse a los cojós a sus guaridas, y los músicos, quienes con sus flautas y tambores marcan los pasos de las pochoveras y los propios cojós que deben llevar sobre las calles y en la danza principal.
Según el origen de la danza, dio inicio con una tribu llamada Cojó, establecida en la espesa selva del municipio de Tenosique, cercano al territorio de El Petén, Guatemala. Pero con la llegada de los españoles se modificó la indumentaria de la danza, así como su duración, pero se mantuvo gracias a los tenosiquenses, quienes anualmente ejecutan la ceremonia, mezclando el ritual de la caza del jaguar para darle muerte al dios maligno.
Roger Suárez resaltó que la danza se ha mantenido durante varias generaciones para preservarla, inclusive anualmente se realiza un concurso a nivel preescolar en Tenosique para elegir a los mejores niños y niñas, quienes ejecutan a la perfección los pasos.
Para concluir la charla, se presentaron en el Museo de Cultura Popular una pochovera, un cojó y un jaguar, quienes ofrecieron una pequeña muestra de la danza tradicional.